Desde el pasado lunes han comenzado oficialmente las labores de demolición y parcelación en el Estadio de Gran Canaria, según confirmó Aridany Romero, consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria. Aunque estas actuaciones aún no son totalmente visibles para el gran público, Romero detalló que ya se está trabajando en la planificación técnica, la llegada de maquinaria y los preparativos necesarios para la transformación del recinto.
El consejero adelantó que los avances empezarán a apreciarse de manera más clara a partir de la próxima semana. Asimismo, informó que el 19 de diciembre se recibirá el proyecto E35, documento clave para la transformación integral del estadio.
Calendario previsto para la renovación del estadio
Romero expresó su esperanza de que la obra de renovación pueda iniciarse entre abril y mayo del próximo año, coincidiendo con el cierre del primer trimestre. Este proceso constituye un paso fundamental hacia el que calificó como “el sueño” de la Isla de Gran Canaria: la modernización del estadio de cara al Mundial de 2030.
El consejero subrayó que la ejecución del proyecto es imprescindible para que Gran Canaria pueda cumplir con los requisitos internacionales y albergar partidos del torneo, posicionando a la isla en un escenario deportivo de relevancia mundial.
Impacto en la afición y uso del estadio durante las obras
Romero explicó que, a diferencia de otras grandes ciudades como Madrid o Barcelona, Gran Canaria no dispone de estadios alternativos a 20 o 30 kilómetros de distancia. Por ello, señaló que el objetivo es que la Unión Deportiva Las Palmas no tenga que abandonar el Estadio de Gran Canaria durante las obras.
No obstante, advirtió que en ciertos momentos puntuales podrían cerrarse por completo algunas gradas debido a razones de seguridad. Esta posibilidad ya se ha venido comunicando en análisis previos y ruedas de prensa, con el fin de mantener informada a la ciudadanía y a la afición.
Llamado a un acuerdo social para culminar el estadio
Romero reiteró que la isla se encuentra ante una decisión determinante: o se lleva a cabo la transformación del estadio y se logra albergar el Mundial, o se renuncia a la oportunidad. “O tenemos el estadio, o lo hacemos, o traemos el mundial, o no hacemos nada”, afirmó con rotundidad.
El consejero apeló a que este proyecto se convierta en un pacto social de toda Gran Canaria, incluyendo a la Unión Deportiva Las Palmas y a sus seguidores. Recordó que la modernización del estadio es una “herida abierta” desde el traslado del antiguo Estadio Insular, y que es el momento de culminar una infraestructura que la isla lleva años esperando.
ACFI PRESS
